miércoles, 16 de diciembre de 2009

Jesús el Mesías

Piense en lo difícil que seria para una persona predecir la ciudad exacta en la que nacerá de aquí a 700 años un futuro presidente de un país latinoamericano. El profeta Miqueas predijo con exactitud algo parecido: el lugar y la fecha de nacimiento del Mesías 700 años antes del acontecimiento (Miq. 5:2). ¿Cuán difícil cree usted que sería señalar la manera precisa en la que morirá de aquí a mil años un líder religioso nuevo y desconocido? ¿Podría usted predecir un nuevo método de ejecución que todavía no se conoce, pero que se inventará cientos de años después? Esto fue lo que hizo David en el 1000 a.C. cuando escribió el Salmo 22.


Por otro lado, si usted fuera capaz de componer 50 profecías específicas sobre algún hombre en el futuro que usted nunca conocerá, ¿cuán difícil cree que sería que ese hombre cumpla esas 50 predicciones?

Por ejemplo, ¿Cómo podría alguien hacer los arreglos necesarios para nacer en una familia específica (Gén. 12:2-3; 17:1,5-7; 22:18; Mat. 1; Gál. 3:15-16) y en una ciudad determinada que ni siquiera es el pueblo natal de la familia (Miq. 5:2; Mat. 2:5-6; Luc. 2:1-7)? ¿Cómo podría alguien hacer arreglos para nacer de una virgen (Isa. 7:14; Mat. 1:18-24; Luc. 1:26-35)? ¿Cómo podría alguien conseguir que Dios envíe a un mensajero como heraldo o precursor (Mal. 3:1; Mat. 11:10)? ¿Cómo podría alguien hacer los arreglos para ser considerado un profeta «como Moisés» (Deut. 18:15; Juan 1:45; 5:46; 6:14; 7:40; Hech. 3:17-26; 7:37)?

¿Cómo puede alguien hacer los arreglos a fin de ser traicionado por una cantidad específica de dinero: treinta piezas de plata (Zac. 11:13; Mat. 27:3-10)? ¿Cómo puede alguien organizar su propia muerte por medio del extraño método de la crucifixión, y luego planificar que sus verdugos sorteen su ropa durante la ejecución (Sal. 22:18; Isa. 53; Mat. 27:31-38)? ¿Cómo pude alguien planificar por adelantado que sus ejecutores quiebren las piernas de las dos víctimas que lo flanquean pero no las de él mismo (Sal. 34:20; Juan 19:33)? Finalmente, ¿Cómo es que un impostor que fina ser el Mesías puede disponer las cosas para ser Dios (Isa. 9:6; Zac. 12:10; Juan 1:1; Juan 10:30; 14:6), y cómo es posible que escape de una tumba y se le aparezca a la gente luego de haber sido ejecutado (Sal. 22; Isa 53:9, 11; Luc. 24; 1 Cor. 15:3-8)?

Quizás sería posible fingir una o dos cosas de estas predicciones, pero sería imposible para cualquier hombre hacer los arreglos necesarios para cumplir todas estas profecías (y muchas otras). Por lo tanto, si puede demostrarse que tales profecías sobre el Mesías se realizaron cientos de años antes y un hombre las cumplió todas, entonces lógicamente ese hombre tiene que ser el Mesías profetizado en el Antiguo Testamento.

Dios tuvo por lo menos dos razones para revelar cientos de profecías sobre el Mesías: hacer obvia la identificación de este y hacer imposible la tarea de un impostor. Con todas las características de identificación en el Antiguo Testamento que señalan a un hombre, la ciencia de la probabilidad nos dice que no solo que este hombre en particular es el Mesías sino también que Dios en verdad existe.

Por John F. Ankerberg
Biblia de estudio de profecía
Tim LaHaye

miércoles, 18 de noviembre de 2009

El falso profeta


El fraude máximo del fin de los tiempos incluirá la adoración mundial del anticristo. Sin embargo, el anticristo no ascenderá solo al poder. Su éxito será el resultado de una farsa espiritual perpetrada por el falso profeta y que abarcará al mundo entero. La capacidad de este falso profeta de realizar señales milagrosas le permitirá convencer al público de que el anticristo es el líder que ellos han estado buscando.


»Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Mateo 7:15


Apocalipsis 13 presenta diez características para identificar al falso profeta:


1) Sube de la tierra (13:11).

2) Controla los asuntos religiosos (13:11).

3) Satanás lo motiva (13:11).

4) Promueve la adoración a la bestia (13:12).

5) Hace señales y milagros (13:13).

6) Engaña al mundo entero (13:14).

7) Le infunde poder a la imagen de la bestia (13:15).

8) Mata a todos los que se niegan a adorarla (13:15).

9) Domina todo el comercio económico (13:17) y

10) Supervisa las marcas de la bestia (13:17-18).


Satanás (el Dragón), el anticristo (la bestia del mar) y el falso profeta (la bestia de la tierra) forman una trinidad perversa que es una falsificación de la sagrada Trinidad. Satanás se contrapone al Padre; el anticristo, al Hijo; y el falso profeta, al Espíritu Santo. Esta alianza impía es el último intento de Satanás por destruir la obra de Dios en la tierra.


En la Biblia hallamos una explicación el método que usan para su diabólico intento. El anticristo no se arriesga a aparecer «sin que antes venga la apostasía» (2 Tes. 2:3). Mientras tanto, el espíritu del anticristo (la iniquidad) ya está en acción e intenta pervertir el evangelio y corromper a la verdadera iglesia. Cuando este proceso esté lo suficientemente arraigado, el falso profeta surgirá para preparar la llegada del anticristo.


Se describe al falso profeta como uno que tiene «dos cuernos semejantes a los de un cordero» y que hablaba como dragón (Apoc. 13:11). Parece religioso, pero habla como Satanás; falsifica la verdadera religión para esconder su verdadera identidad. De la misma manera que el Espíritu Santo se dedica a atraer al mundo a Jesucristo, el falso profeta surgirá para preparar la llegada del anticristo.


No debe sorprendernos entonces que el falso profeta represente la religión apostata del fin de los tiempos. Si su ascenso al poder es similar al del anticristo, él presidirá el cristianismo apóstata luego del arrebatamiento al cielo de los verdaderos creyentes. Todo el que quede atrás, cualquiera sea su denominación, será un incrédulo. En este tipo de ambiente el falso profeta no tendrá problemas para engañar al mundo entero.


Apocalipsis presenta al falso profeta como un individuo a quién Satanás le confiere poder (13:11,12). Sin embargo, al sistema religioso que él representa se lo llama la «gran ramera» (17:11) que está «ebria de la sangre de los santos» (17:6). Por lo tanto, la fase final de la apostasía está tipificada en un sistema religioso y en quien lo dirige. Más adelante, el falso profeta es lanzado al lago de fuego (19:20; 20:10).


El objetivo del falso profeta al alentar a la gente a aceptar los planes sociales, económicos y religiosos del anticristo, es el engaño espiritual. A medida que nos acerquemos al final de los tiempos, los falsos profetas, las nuevas religiones y la penumbra espiritual absorberán al mundo, preparando a la humanidad para el surgimiento de estos dos engañadores: el anticristo y el falso profeta.


Biblia de estudio de profecía, Tim LaHaye - pág. 1384.

por Edward Hindson

lunes, 16 de noviembre de 2009

Festival de Invierno

Navidad, 25 de diciembre, es el día designado en nuestros calendarios como el día del nacimiento de Cristo. ¿Pero es verdaderamente el día en que nació Cristo? ¿Son las costumbres de esta temporada de origen cristiano, o son las navidades el resultado de otra mezcla entre el paganismo y la cristiandad?

La palabra Navidad se halla en la Biblia y como hemos de ver, ¡el 25 de diciembre no es la fecha en que Cristo nació! Es evidente que nuestro Salvador no nació durante el invierno, pues cuando Él nació, los pastores velaban sus rebaños en el campo. Y había pastores en la misma tierra que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su ganado. (Lucas 2:8). Como es conocido, los pastores en Palestina no hacen esto durante el invierno. Siempre traen sus rebaños de las montañas a los rediles antes del 15 de octubre.

Con esto está claro que Cristo no nació a mitad del invierno ¿No dicen las escrituras en qué época del año nació Cristo? ¡Sí! Las Escrituras indican que nació en el otoño. El ministerio de nuestro Señor en la tierra duró tres años y medios (Daniel 9:27).

Su muerte ocurrió al final en la Pascua (Juan 18:39), lo cual era en la primavera. Así que tres años y medio antes del comienzo de su ministerio terrenal, marcan el principio de su ministerio en el otoño. Ahora bien, al comenzar Jesús su ministerio, tenía 30 años (Lucas 3:23). Esta era la edad aceptable para que un sacerdote pudiera empezar su ministerio, según el Antiguo Testamento (Números 4:3). De manera que como Cristo comenzó su ministerio a la edad de 30 años y esto era en otoño, 30 años atrás marcaría su nacimiento en el otoño y no en el invierno.

Aunque las Escrituras no indican la fecha exacta del nacimiento de Jesús, hay medios para averiguar la fecha aproximada del nacimiento de Juan el Bautista y como Juan nació seis meses antes que Cristo, al comparar ambas fechas podemos darnos cuenta de la fecha aproximada en que nació Jesús. Zacarías, el padre de Juan, era sacerdote en el templo de Jerusalén. En aquella época, cada sacerdote tenía un tiempo definido del año en que servía en el templo. Habían 24 divisiones o cursos de servicio durante el año. Los nombres de estos cursos son dados en 1 Crónicas 24:7-19. De acuerdo a Josefo, cada uno de aquellos cursos duraban una semana (Antigüedades de los judíos, vol. 7, p 7, 14.); la primera semana comenzaba en el primer mes, Nisan, al principio de la primavera (1, Crónicas 27:1-2). Después de seis meses, este orden de cursos era repetido para que cada sacerdote pudiera servir dos veces al año durante una semana. Entonces, tres semanas del año todos los sacerdotes servían juntamente durante el período de la Pascua, Pentecostés y la Fiesta de los Tabernáculos.

Con estos datos como fundamento, notemos qué curso era el de Zacarías servía entonces: Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la suerte de avías – o Abijah en el hebreo- y aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios por el orden de su vez,… se le apareció el ángel del Señor. El ángel le reveló que su esposa Elisabet, aunque entrada en edad, daría a luz un hijo (Lucas 1:5-13). ¿En qué época del año ejercía Zacarías la Suerte de abais? De acuerdo con 1 Cronicas 24:10, el curso de abias era el octavo en orden. Es decir, la fecha era entre Iyar 27 y Sivan 5; osea 1º de Junio al 8 del mismo. Después de su servicio semanal en el templo, Zacarías fue obligado a permanecer otra semana porque a la siguiente era Pentecostés. Pero tan pronto como cumplió su ministerio, regresó a su casa en los montes de Judea, aproximadamente a mediados de junio.; al añadir nueve meses a esto, llegamos a una fecha aproximada del nacimiento de Juan. De acuerdo a esto, Jesús nació al principio de la primavera.

Puesto que Jesús era seis meses menor que Juan (versículos 26 y 36), simplemente añadimos este tiempo a la época en que Juan nació y tenemos como resultado que Cristo nació a mediados de septiembre. Como podemos ver, nuestro Señor nació en el otoño, y no el 25 de diciembre.

Babilonia misterio religioso por Ralph Woodrow, Págs. 236-238.

Jesús el Mesías

Piense en lo difícil que seria para una persona predecir la ciudad exacta en la que nacerá de aquí a 700 años un futuro presidente de un paí...